FROMM,
E (1970): La Revolución
de la Esperanza.
Hacia una tecnología humanizada, Fondo de Cultura Económica,
México DF (Bs As, Ed. Biblioteca Actual,
1987) (Orig.: The Revolution of Hope. Toward a Humanizied Techonology, New York,
Harper & Row Publishers, 1968) Citas: (E. Fromm, 1970)
¿Puede
el hombre de hoy no ser un esclavo de la técnica o prisionero de su propia
creación?. Se estudian los rasgos esenciales de nuestras sociedad, recorrida
por el espectro de la mecanización dedicada a la máxima producción y consumo y
dirigida por máquinas. El hombre sólo podrá liberarse si privilegia la vida,
entendida desde una perspectiva humanista radical. Necesitamos, guiados por el
amor a la vida, producir modificaciones drásticas en la forma de organizar la
sociedad. El libro fue escrito en momentos en que el autor participara
activamente en la candidatura del senador McCarthy contra Nixon. Representaba
el reverso del político típico: enemigo de la exhortación basada en el
sentimentalismo o en la demagogia, se oponía a la guerra de Vietnam, un
profesor devoto de la poesía y la filosofía. Su derrota debilitaron el
sentimiento de esperanza del verano del 68, pero no lo han destruido. Entre
otros temas aborda el funcionamiento de los grupos cara a cara. Aquí se
presenta una breve síntesis de algunos párrafos iniciales.
(pág 109)
Grupos cara a
cara
: La participación activa en los asuntos del país,
como un todo, de los estados y las comunidades, así como de las grandes
empresas, requeriría la formación de grupos cara a cada, dentro de los cuales
se efectuaría un proceso de intercambio de información, discusión y toma de
decisiones.
Características
y requisitos:
n El número de personas
participantes se debe restringir de tal modo que la discusión sea directa y no
permita la influencia retórica o manipuladora de los demagogos. Si las personas
se reúnen regularmente y se conocen, empezarán a sentir en quién pueden confiar
y en quién no, quién es constructivo o no, y en el proceso de su propia
participación se desplegará su propio sentido de responsabilidad y confianza en
sí mismas.
n Debe darse a cada grupo información
objetiva y pertinente, para que todos tengan una idea clara de los asuntos
básicos. Discute la importancia que tiene la información secreta que manejan
las burocracias y cree que los ciudadanos deben participar en la toma de
decisiones. El secreto aumenta el poder de las dirigentes de cada comunidad,
desde las tribus hasta las complejas burocracias, apareciendo dotados de una
magia especial. Pero las ventajas de poseer información secreta ¿valen el
efecto social de minar la confianza del ciudadano, las pérdidas en el sistema
democrático?
n Otro requisito es el debate.
Mediante el aumento del mutuo conocimiento de los miembros, el debate irá
perdiendo el carácter áspero y de frase hecha, para convertirse en un diálogo y
no en una disputa. Aunque siempre habrá inadaptados, se puede crear una
atmósfera que por sí sola elimina la efectividad de tales individuos dentro del
grupo. Para que el diálogo sea posible, es esencial que cada miembro del grupo
sea más abierto y menos defensivo, y trate de comprender qué es lo que el otro
quiere decir, más que la forma en que lo
expresa. En todo diálogo fructífero, cada participante debe ayudar al otro a
aclarar sus ideas antes que forzarlo a defender formulaciones sobre las que
puede tener sus dudas [1].El
diálogo implica siempre una mutua aclaración de quienes lo sostienen y, a
menudo, la comprensión del interlocutor más que la de uno mismo.
n Finalmente, la información y el debate resultarían estériles si el
grupo no tuviera el derecho de tomar decisiones
y si estas decisiones no se aplicaran al proceso real de ese sector social al
que pertenecen sus componentes. Si bien es cierto que para actuar el hombre
tiene que pensar, también lo es que si no tiene oportunidad de actuar, su
pensamiento se apaga y pierde su fuerza [2].
¿Qué tipo de
decisiones puede tomar un grupo cara a cara dentro de una institución?
El
proceso mismo de la información y el debate ejercen una influencia educativa y
cambian a las personas que participan en él. Por tanto, al principio es seguro
que tomen más decisiones equivocadas que después de varios años de práctica. De
aquí se desprende que “el área de toma de
decisiones debe crecer a medida que la gente aprenda a pensar, a discutir y a
hacer juicios” (p. 113).
En un principio, sus decisiones podrían limitarse a
[1] Con este Fromm creo que acierta en un fenómeno que todos
experimentamos: cuando discutimos en forma obstinada, y nos encontramos frente
a posiciones aparentemente extremas, comenzamos a adoptar la posición
contraria, a afirmar posturas aún más allá de nuestra propia convicción, quizás
para molestar, quizás para usar
argumentos más contundentes que el propio término medio que suscribiríamos. En
esas condiciones el diálogo es cada vez menos posible (JCP)
[2] Aquí es interesante ver a Fromm como un defensor de las tesis de
la relación pensamiento-acción, que lo liga, con matices, a Marx, a Piaget (“la
inteligencia puede ir de la mano a la cabeza”)
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